- abril 23, 2024
- Posted by: amchambaq
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La energía se convirtió en ese servicio esencial y casi que de primera necesidad para el desarrollo social y económico de un territorio. Los impactos, para el caso del sector productivo, serían abismales si se llegase a tener un corto prolongado en el suministro o los llamados racionamientos.
Así lo han referido los distintos gremios en el Atlántico, quienes además de expresar su malestar por las medidas tardías del Gobierno nacional frente a la situación, manifestaron las afectaciones que podría tener el tejido empresarial del departamento con el posible apagón.
Efraín Cepeda, presidente Ejecutivo del Comité Intergremial del Atlántico, sostuvo que los racionamientos de energía rompen los ciclos de producción de las empresas, lo que causa afectación en sus niveles de eficiencia, incrementa sus costos de operación, impacta los tiempos de cumplimiento de los compromisos con los clientes, y por ende –dijo– reduce su rentabilidad.
Manifestó que para el caso del sector del comercio y de servicios como restaurantes, en muchos de los casos, se ven obligados al cierre de establecimientos y por consiguiente a una baja en sus ventas y rentabilidad. Y en una economía digital, precisó que se suspenden los canales de comunicación básicos para la operación de sectores como el BPO.
“Para mitigar el fuerte impacto de esta situación se pueden comprar plantas de generación de energía, pero ello implica costos en esos equipos y en compra de combustible para que funcionen, aumentando los niveles de contaminación del aire y de ruido. Y sabemos que cualquier incremento en costos lleva a alzas en los precios de los productos y servicios, aumentando la inflación y afectando la economía de hogares y empresas”, señaló.
Por su parte, Diana Cantillo, directora Ejecutiva de la Corporación Empresarial del Oriente del Atlántico (CEO), indicó que para el sector un apagón significaría detener los procesos de producción, lo que “resta competitividad” como región y país.
“Sería una pérdida de confianza en nuestro territorio por parte de las empresas extranjeras. Adicionalmente, un apagón para las empresas de sectores como de alimentos y bebidas, retail y salud, podría resultar en pérdida de productos perecederos o interrumpir cadenas de frío para medicamentos en hospitales, limitar la atención al público, lo cual se convierte en pérdidas financieras importantes”, argumentó.
Expuso el panorama del mercado energético y la necesidad de contar con respaldo de nuevas fuentes de energía para evitar tener estas crisis de suministro y simultáneamente impactos a gran escala en el sector productivo del país y el departamento.
“Hoy nuestras térmicas están trabajando a toda marcha para evitar un apagón, están atendiendo el 30 % de la demanda de energía del país. De acuerdo con datos de TEBSA, el martes 17 de abril se entregaron 110 gigavatios hora de energía, valor muy por encima de lo generado por las hidroeléctricas. La importancia de las térmicas es que son energía en firme y demuestran que el gas natural es el combustible de la transición”, señaló.
En cuanto a las energías renovables, sostuvo que de acuerdo con datos de XM de los 1.8 gigavatios nuevos que se esperaban en el 2021 solo ingresó el 7 %; para el 2022 solo fue el 28 % del total esperado (3,6 gigavatios) y en 2023 la cifra baja también significativamente por cuanto de los 6,6 gigavatios que se esperaban solo ingresó el 17 % (1,1 gigavatios).
“Esto quiere decir que muchos proyectos que hoy deberían estar funcionando también como como complemento y respaldo, no están listos”, anotó la líder gremial, quien agregó que desde el sector productivo en el Oriente del Atlántico se han adelantado proyectos de eficiencia energética, gran parte de estos fotovoltaicos, que derivan en ahorros en su consumo y les permita funcionamiento en situaciones de crisis como la que actualmente enfrenta el país.
César Uparela, directivo de Acopi, manifestó que los racionamientos afectan de manera muy fuerte a las mypimes que representan el 99 % del tejido empresarial del país, debido a que ninguna posee fuentes de generación de energía como sí lo tienen las grandes empresas.
Indicó que esas implicaciones negativas se sumarían a la cadena de infortunios que viene atravesando desde hace un año las empresas manufactureras con una baja significativa de su producción.
“En 11 meses consecutivos, el índice de productividad es negativo y como quiera que la energía es uno de los insumos fundamentales para toda unidad productiva naturalmente esto va a conllevar a una mayor preocupación y afectación de lo que ya tenemos en este momento”, dijo Uparela, quien cuestionó la respuesta tardía del Gobierno nacional frente al fenómeno de El Niño y sus impactos, muy a pesar que fueron advertidos hace mucho tiempo por las organizaciones y gremios conocedores del tema.
Precisó que desde la agremiación se vienen estudiando alternativas para mitigar las afectaciones que se están teniendo por cuenta de este fenómeno de variabilidad climática y así poder espantar los “fantasmas” de un posible apagón.
Sostuvo que el ahorro de agua y energía debe ser una política a nivel nacional de manera permanente y no por la coyuntura. Se mostró de acuerdo con que se implemente este ahorro en el consumo de ambos servicios y que el Gobierno nacional a su vez premie con algún incentivo a quienes se contribuyan a ello y castigue a quienes sobrepasen los límites de consumo establecidos.
“De esa manera obligatoriamente conducen a las personas a que tengan la cultura del ahorro porque en estos momentos todos debemos colaborar, No es un problema solamente del Gobierno, sino una problemática que atañe a todos y a cada uno de los colombianos”, afirmó.
Yilda Castro, directora Ejecutiva de Fenalco Atlántico, contó que las empresas afiliadas están implementando medidas para la disminución del consumo de energía en áreas que no se requieran para su funcionamiento.
Entre las acciones está el apagar los aires acondicionados en zonas donde no estén personas; reducción de la producción de pedidos no esenciales y desconexión de enchufes sin uso.
“Hay zonas en donde ya sufren cortes de energía con frecuencia y para ello se apoyan con plantas eléctricas. En este sentido, frente a un posible apagón las empresas que cuentan con plantas eléctricas les han realizado mantenimientos para que estén en óptimas condiciones de uso”, dijo.
Precisó que hay empresas que ya han implementado proyectos de paneles solares como respaldo y otras estudian la posibilidad de acogerse a esta iniciativa de las energías renovables.
“Las empresas que ya sufren de cortes de energía frecuentes y usan plantas eléctricas han tenido incrementos en los últimos años por concepto de ACPM hasta un 200 %, según lo reveló una de nuestras empresas afiliadas y en algunas ocasiones han sufrido daños en equipos”, expuso.
Castro señaló que algunas empresas consideran que se pueden ver afectadas por el consumo adicional de combustible, mantenimiento de las plantas eléctricas y ante un eventual aumento en la demanda estar en capacidad de atenderla por los racionamientos.
“Un posible racionamiento podría afectar en general la normal operación de las empresas, sus presupuestos y la debida atención del cliente. Por ello, insistimos en la apropiación de conductas que nos permitan el ahorro de energía y agua, implementar procesos sostenibles que perduren en el tiempo y permitan mitigar el impacto del cambio climático”, anotó.
Para Alberto Vives, gerente de la Andi en Atlántico y Magdalena, se debieron tomar acciones desde el día uno en que fue advertida la incidencia del fenómeno de El Niño en el territorio para estar preparados y protegidos ante las afectaciones y no llegar a la situación de crisis que actualmente se vive.
Indicó que para el Caribe, el sector energético y particularmente el tema eléctrico son de la mayor trascendencia no solamente frente a la tarifa, sino a la disponibilidad y precio por su impacto directo a la competitividad como región.
“El sector productivo está revisando sus plantas de respaldo (quienes tienen). Esto les permitirá incluso participar en los programas de respuesta de la demanda que está diseñando el Gobierno nacional y sobre el cual ya hay una propuesta de resolución de la CREG. El impacto de un racionamiento es fuerte y por supuesto, esperamos no llegar al mismo”, mencionó.
Los expertos en temas energéticos consultados por EL HERALDO han coincidido que una de las acciones que se debe implementar en esta crisis por parte del Gobierno nacional es aquella que induzca a la cultura del ahorro a través del uso de recompensas y castigos.
“Está para comentarios una resolución de la CREG que incentiva a los consumidores para que ahorren energía con una estrategia de zanahoria, con descuento en la factura, y garrote, cobrando una especie de penalización, con cuyo recaudo se cubrirían la bonificación a los “juiciosos””, explicó Amylkar Acosta, exministro de energía y consultor para temas energéticos.
Acosta sostuvo que también se puede ahorrar –en el caso de los hogares– desconectando los electrodomésticos cuando no están en uso, modulando la temperatura de los aires acondicionados y de artefactos de calefacción, según el caso.
Además, revisar las instalaciones internas en casas y apartamentos, que deben cumplir las normas Retie, evitando cortos e ineficiencias. Igualmente, dentro de lo posible recurrir a la instalación de paneles solares en los techos de casas y edificios.
Para Camilo Prieto, profesor de Cambio Climático de la Universidad Javeriana, mantener la temperatura de los aires acondicionados en 22 o más grados es clave para ahorrar energía. El tema de la climatización es muy importante tenerla en cuenta en regiones como el Caribe y además de brindar las condiciones para evitar la pérdida rápida de esa temperatura, manteniendo puertas y ventanas cerradas mientras esté funcionando este sistema.
“Valdría la pena generar unas sanciones por altos consumos de energía, es decir que el costo del kilovatio hora a partir de determinado consumo adquiera un costo diferente y quienes tengan bajos consumos premiarlas. Hay que tener estímulos y sanciones por el consumo de energía, esto no es solo con pedagogía”, agregó.
Tomado de: EL HERALDO