- diciembre 9, 2022
- Posted by: amchambaq
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El 2023 será un año retador para la economía colombiana. Así como sucederá a nivel global y con las principales economías del mundo, el PIB de Colombia verá un desplome en comparación con las tasas de los últimos dos años, marcadas por la recuperación de la economía.
Las previsiones de crecimiento para el otro año están marcadas con aires de descenso. Y las principales proyecciones fluctúan entre algunas que esperan apenas 0,5%, como el Banco de la República, y otras relativamente más optimistas, especialmente las de organismos internacionales como la Cepal (1,9%), el Fondo Monetario Internacional (2,2%) y el Banco Mundial (2,1%).
El Gobierno se encuentra en un punto medio. La semana pasada el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ratificó una estimación de 1% para el PIB de 2023.
“Como corresponde a un ministro de Hacienda soy optimista, resalto que Colombia en términos de recuperación del PIB real es de los mejores del mundo, pero destaco que aún con un comportamiento de 1% para el próximo año nuestro comportamiento va a ser mayor al promedio de los emergentes, de la Ocde y América Latina”, dijo Ocampo.
Detrás de esta desaceleración hay varios motivos, que han llevado a diferentes entidades a ir recortando sus pronósticos. Corficolombiana, por ejemplo, preveía hacia inicio del semestre que la economía iba a crecer 2% en 2023, cifra que recortó a 1,8% en septiembre, y que fue revisada, nuevamente, a la baja la semana pasada, a 1,5%.
Según destacó José Ignacio López, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, el crecimiento que se espera para el próximo año vendría de la mano de una desaceleración del gasto de los hogares. Así mismo, la entidad proyecta que en general todos los sectores evidencien señales de desaceleración.
Por ese mismo rango está también Banco de Bogotá, que reconoce un crecimiento sólido para el país en 2022 (con un pronóstico de 8,3%), pero que se moderaría por los choques globales en 2023 a 1,5%.
Entre los riesgos que destacó la entidad en su más reciente informe de perspectivas está que a nivel global se espera un riesgo de recesión en algunas economías, las consecuencias indirectas de la guerra y también mayores tasas de interés y condiciones financieras más estrictas. Y en el panorama nacional el banco persiste en el panorama de incertidumbre política, “que no ayuda a las empresas”, así como también una recuperación desigual entre los sectores.
Otro pronóstico por encima del 1% a nivel local es el de BTG Pactual, que se mantiene en 1,4%. A pesar de una perspectiva más favorable que la de otras entidades, Munir Jalil, jefe de investigaciones económicas del banco para la región andina destacó que en gran parte de los países de Latinoamérica se verán desaceleraciones, pero que Colombia tendrá la más grande de Latinoamérica.
“Después de estar creciendo casi 8% bajar a 1,4% es una caída desgraciada. Es como 6 puntos porcentuales en términos de crecimiento, mientras que países como Brasil este año crecen 3% pero el año entrante crecerán 0,9%; Chile, que potencialmente va a caer en recesión, estará creciendo este año 2,6%, pero el año entrante será -1%, es una caída de magnitud apenas de 3 puntos”, dijo Jalil.
Mientras que entidades como Bancolombia son más cautas y ya no ven al país si quiera llegando al 1% en 2023, sino que apuesta a 0,9%. La entidad destacó cinco elementos que jugarán en contra al crecimiento del país el próximo año, como son la desaceleración del gasto privado, una política monetaria contractiva, un ajuste del déficit fiscal y mayor tributación; la moderación de la demanda global y la incertidumbre a nivel global y local.
Entre los más pesimistas está, por otro lado, el Banco Itaú. Si bien en agosto proyectaba 1,0% para 2023, mes a mes ha venido revisando la cifra, hasta dejarla en 0,1% el último mes, la más baja del mercado.
Mientras que el Gobierno Nacional se ha mostrado más positivo ante las perspectivas de desaceleración que caerán sobre el PIB colombiano en 2023, el Banco de la República, por el contrario, ha ajustado sus pronósticos cada vez más a la baja a lo largo de los últimos meses.
En la reunión que tuvo la junta directiva del Emisor a finales de septiembre se comunicó que el equipo técnico del Banco de la República había revisado su pronóstico de crecimiento para 2023, de 1,1% a 0,7%, debido a las señales de desaceleración en la actividad productiva que ya se percibían para los meses venideros.
Así mismo, al cierre de octubre el Banco hizo un nuevo ajuste a sus proyecciones de crecimiento para el próximo año, y se ubicó en 0,5% para 2023.
“A pesar de la desaceleración prevista, el pronóstico del nivel de actividad económica es 12% superior al observado en 2019, previo a la pandemia”, indicó el Emisor.
Tomado de: PORTAFOLIO