- septiembre 9, 2022
- Posted by: amchambaq
- Categoría: Noticias
Los niveles de desempleo en Estados Unidos aumentaron a una tasa de 3,7% en agosto, un registro superior a la lectura de 3,5% de julio, cuando el indicador alcanzó su referente prepandemia de febrero de 2020, de acuerdo con el Departamento de Trabajo. Este resultado respondió principalmente al alza en la proporción de estadounidenses en edad de trabajar que están buscando activamente un empleo, reflejando especialmente a factores estacionales y no a una destrucción del trabajo.
En agosto, la creación de nuevos empleos se ubicó en 315.000 nóminas, la menor cifra registrada durante el curso de 2022, aunque superando la estimación de 300.000 puestos de trabajo realizada por analistas económicos consultados por Bloomberg. En el año corrido a agosto, un total de 3,7 millones de empleos se han incorporado al mercado laboral, con un promedio de 464.750 vacantes por mes, una señal del robustecimiento de las contrataciones durante el curso de los últimos meses.
Entre las divisiones económicas que más contribuyeron al crecimiento del empleo en agosto, se encuentran, servicios profesionales y empresariales (+68.000); atención médica (+48.000); comercio minorista (+44.000); manufactura (+22.000); y finanzas (+17.000), cada uno. En contraste, los segmentos que presentaron un menor dinamismo en los nuevos trabajos fueron, construcción, transporte y almacenamiento, sector información, y administración pública, respectivamente.
Por su parte, los trabajadores contratados por empresas privadas percibieron un aumento en su remuneración promedio por hora hasta US$ 32,36, lo equivalente a un incremento mensual de 0,3%, el más bajo de los últimos tres meses y excediendo los US$ 32,27 de julio. Anualmente, los salarios promedio por hora han avanzado a un ritmo de 5,2%, impulsado por sectores como ocio y hotelería (+8,6%); información (+6%); y educación y servicios de salud (+5,9%), principalmente.
De otro lado, la subida en la participación de la población económicamente activa, que mide las personas en edad de trabajar que trabajan o están buscando activamente un empleo, fue una de las razones del alza en el desempleo, la cual pasó de 62,1% en julio a 62,4% en agosto. Contrario a lo que se podría pensar, la noticia del desempleo reflejó un balance positivo para los mercados financieros dado el objetivo de la Reserva Federal de dar holgura al mercado laboral y reducir la inflación, lo que aminoró los temores de los mercados financieros sobre una tercera subida agresiva de 75 puntos básicos en las tasas de interés.
Confianza del consumidor se recupera ante menores precios de los combustibles
La firma de investigaciones económicas The Conference Board reveló que el índice de confianza del consumidor repuntó a 103,2 pts. en agosto, el mayor nivel en tres meses, luego de situarse por debajo de la revisión de 95,3 pts. realizada para julio. Al respecto, la recuperación del indicador sugiere mejores perspectivas económicas para el gasto de los consumidores y las decisiones de compra pese al deterioro del poder adquisitivo en lo corrido del primer semestre de 2022.
El desempeño mensual del índice de confianza también sobrepasó la previsión de 97,9 pts. realizada por analistas económicos consultados por Bloomberg, estableciendo un panorama positivo para la economía norteamericana. En esta línea, el indicador de situación actual, que se basa en la evaluación de los consumidores sobre el estado actual del mercado laboral y las empresas, aumentó a 145,4 pts. en agosto, una mejora respecto a los 139,7 pts. reportados para julio.
De la misma manera, la métrica de las expectativas, que examina las perspectivas a corto plazo de los estadounidenses en torno al estado de los ingresos, negocios y mercado laboral, se fortaleció hasta los 75,1 pts. en agosto, un nivel por encima de los 65,6 pts. de julio. Aunque la medición puntualiza un auge desde el mínimo de 9 años de julio, todavía los consumidores prevén un eventual riesgo de recesión hacia adelante debido a que el dato continúa rezagado al umbral de los 80 pts.
Paralelamente, en agosto las intenciones de compra restablecieron un comportamiento al alza, donde, en particular, los planes vacacionales llegaron a su lectura más alta en 8 meses, siendo una señal positiva para la demanda en el corto plazo. Sin embargo, las mayores tasas de interés permanecen como el principal enfoque para contener el exceso de demanda frente a la oferta, lo cual es consecuente con el objetivo de brindar holgura al mercado de bienes y servicios.
Manufactura en EE. UU. resiste y repunta más de lo esperado en agosto
El Institute For Supply Management indicó un incremento en el índice ISM PMI para el sector manufacturero hasta 52,8% en agosto, manteniendo su mismo nivel revisado para julio y superando el umbral de 50% que refiere a un período de crecimiento. El desempeño de la manufactura sobrepasó la estimación de 52% realizada por economistas consultados por Bloomberg, lo cual obedeció principalmente al impulso de los componentes de nuevos pedidos y empleo.
En lo corrido de agosto, la medición de nuevos pedidos revirtió la contracción de julio y ascendió a 51,3%, situándose 3,3 puntos porcentuales por encima de la revisión de 48% para julio, un comportamiento favorable para la demanda tras dos meses ininterrumpidos a la baja. De la misma manera, el índice de empleo presentó una recuperación hasta 54,2% en agosto, compensando la lectura de 49,9% reportada para julio, cuando el mercado laboral retrocedió por tercer mes consecutivo.
Por su parte, el indicador de producción disminuyó a 50,4% en agosto, lo que supone una ralentización de 3,1 puntos porcentuales en la actividad manufacturera con respecto al dato notificado para julio, el cual se situó en 53,5%. En esta línea, los precios también reflejaron una tendencia a la baja, pasando desde el 60% de julio al 52,5% en agosto, lo correspondiente a una reducción de 7,5 puntos porcentuales, siendo un elemento positivo en el control de las presiones inflacionarias.
Al cierre de agosto, las industrias que más se expandieron fueron, en su orden, productos no metálicos; petróleo y carbón; equipos de transporte; productos informáticos y electrónicos; imprenta y actividades auxiliares relacionadas; artículos de plástico y caucho; metales primarios; maquinaria; manufacturas diversas; y productos de alimentación, bebidas y tabaco, respectivamente.