Banco Mundial aprobó un financiamiento de USD1.000 millones para Colombia

El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó un financiamiento de USD1.000 millones para Colombia con el fin de acelerar la transición energética baja en carbono, promover el uso sostenible de la tierra, y reforzar la resiliencia y adaptación al cambio climático.

El préstamo apoyará un programa de reformas dirigidas a contribuir al desarrollo bajo en carbono de Colombia acelerando la transformación a bajas emisiones de los sectores de energía y transporte.

Esto incluye el aumento de la capacidad de producción de energías renovables no convencionales y el desarrollo de una industria de hidrógeno verde.

“Hoy alcanzamos un gran hito en la relación de Colombia con la banca multilateral al aprobar la operación de apoyo presupuestal más grande en la historia del país. Este crédito por US$ 1.000 millones con el Banco Mundial es una clara señal de confianza en las instituciones colombianas y un reconocimiento a los esfuerzos de la Nación por integrar la agenda de cambio climático con una ambiciosa agenda social y económica”, expresó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.

Añadió que es un respaldo a la apuesta en transición energética, mejora en el uso de la tierra y protección del patrimonio natural del país.

El programa apoya el fortalecimiento de la capacidad de gestión de diferentes riesgos de desastres y un impulso a la expansión del seguro agrícola para mitigar el impacto que tienen los choques climáticos en las áreas rurales.

“Esta es una operación de gran relevancia para Colombia, la cual permitirá que, desde el Gobierno nacional, se aseguren recursos para lograr todos los cambios que en este Gobierno estamos desarrollando”, dijo Jorge Iván González, director general del Departamento Nacional de Planeación (DNP).

A su vez, Mark Thomas, director del Banco Mundial para Colombia, México y Venezuela, sostuvo que esta operación apoya el fuerte compromiso de Colombia para abordar el cambio climático a través de reformas de políticas que apuntan a un desarrollo sostenible, resiliente y bajo en carbono.

“Esto incluye promover y fortalecer las capacidades en los sectores de energía, transporte y tierras, así como la gestión del riesgo de desastres y la adaptación climática que beneficiarán principalmente a las comunidades más vulnerables”, manifestó Thomas.

Tomado de: EL HERALDO


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