La transformación que busca garantizar que haya seguridad humana es la que más recursos tendrá.
El Plan Nacional de Desarrollo se estructura sobre cinco transformaciones y contempla 1.154,8 billones de pesos para los próximos cuatro años.
En primer lugar, se encuentra la seguridad humana y justicia social que garantiza la dignidad humana, el ejercicio de las libertades y el desarrollo de las capacidades necesarias para que las personas y los hogares puedan llevar a cabo su plan de vida. Para este fin, el valor proyectado equivale a 744,2 billones de pesos (64 por ciento).
(Lea: La hoja de ruta de Petro para sus cuatro años de gobierno).
En segundo lugar, está la transformación de convergencia regional, que es el proceso de reducción de brechas sociales y económicas entre hogares y regiones en el país. El valor proyectado para este punto asciende de manera preliminar a 136,5 billones de pesos (12 por ciento).
Con 114,3 billones de pesos (10 por ciento) está la transformación productiva, internacionalización y acción climática que se orienta hacia actividades productivas diversificadas que aprovechen la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, que respeten y garanticen los derechos humanos y aporten a la construcción de resiliencia ante los choques climáticos.
En cuarto lugar se ubica la transformación de derecho humano a la alimentación, que busca que todas las personas tengan una alimentación adecuada y les permita tener una vida activa y sana. Este tiene de manera preliminar recursos que ascienden a 47,4 billones de pesos (4 por ciento).
En quinto lugar, aparece la transformación de ordenamiento del territorio alrededor del agua y tiene recursos estimados de 28,5 billones de pesos (2 por ciento) para las apuestas específicas de esta transformación.
Adicionalmente, se cuenta con un cierre macroeconómico en el que se estiman acciones transversales para las apuestas del plan, con recursos indicativos por el valor de 83,9 billones de pesos (7 por ciento).
Tomado de: Portafolio