Desarrollo industrial y agrícola, base para fortalecer el empleo en el Atlco.

El desarrollo del departamento del Atlántico en materia industrial y agrícola ha sido interesante con el pasar del tiempo. Dicha evolución ha llevado a que diferentes municipios que a lo largo de la historia habían estado rezagados en su desarrollo productivo hoy en día sean estandartes cruciales para las oportunidades de los atlanticenses, llevando a que el Departamento logre importantes indicadores en materia de empleabilidad.

Y es que esto se ha visto reflejado en la parte industrial con la llegada de empresas que le han apostado a este territorio, que han visto una tierra fértil en materia de producción, fortaleciendo además el desarrollo empresarial atlanticense.

Para Diana Cantillo Concha, directora de la Corporación Empresarial del Oriente del Atlántico (CEO), hoy en día el desarrollo empresarial del Departamento no solo está concentrado en el área metropolitana de Barranquilla en municipios como Soledad, Galapa, Puerto Colombia y Malambo, sino que se ha comenzado a expandir al oriente del Atlántico.

“Hemos visto cómo han comenzado proyectos muy importantes de diferentes sectores como agronegocios en el sur del Atlántico, y también de energías renovables en toda esa zona central como Sabanalarga, Baranoa y Galapa”, destacó Cantillo en diálogo con EL HERALDO.

Milagros de industrialización

Los gremios destacan que hay ejemplos claros de cómo la industria ha logrado tomar la bandera del desarrollo, catalogado como el milagro de la industrialización.

“Hemos tenido grandes ejemplos en esta materia de atracción de inversiones y de una industrialización rápida como lo ha sido el municipio de Galapa. Hoy este territorio en menos de 15 años tiene un gran número de empresas grandes y medianas que el mismo municipio de Malambo, que tiene una tradición industrial en el departamento del Atlántico. En ese orden, estamos orgullosos de ver cómo esa atracción de inversiones ha logrado tener un impacto positivo en todo el Atlántico, pero en especial a municipios que nunca pensamos que dejarían de ser rurales para convertirse en hubs industriales”, precisó Cantillo.

Mismo análisis tiene Efraín Cepeda Tarud, presidente del Comité Intergremial Atlántico, quien resaltó que en cuanto al desarrollo empresarial se destaca Galapa, que en menos de 15 años ha duplicado el número de empresas grandes y medianas.

“Se resalta la consolidación de Malambo que tiene una tradición industrial de más de 50 años, y el despertar de Palmar de Varela con la llegada de Ternium y la instalación de la nueva planta de Bavaria”, detalló Cepeda Tarud.

Agregó que el centro del Atlántico, exactamente en Baranoa y Sabanalarga, ha sido beneficiado con la llegada de proyectos renovables.

También expresó que en el turismo se avanza en los desarrollos inmobiliarios en el corredor costero y en la consolidación de los atractivos de Puerto Colombia, Tubará, Juan de Acosta, Usiacurí y Piojó que están generando nuevos puestos de trabajo, emprendimientos y activando cadenas de valor.

De acuerdo con la Cámara de Comercio de Barranquilla, en los últimos 5 años, a corte de abril de 2024, la industria manufacturera del Atlántico fue la cuarta que más creció en el país y se situó por encima del indicador nacional. Mientras Atlántico creció 18,6 %, Colombia lo hizo 16,5 % en este período.

“Eso es un dato para tener en cuenta, pues en el mes de abril del presente año, el Atlántico se contrajo -8,1 % frente al mismo mes del 2023, y el promedio del país se contrajo en -5,4 %. Para avanzar más en esta senda es indispensable aumentar los apoyos al tejido empresarial de manera que diversifiquemos la oferta exportadora y también los mercados, aprovechando las ventajas del TLC con Estados Unidos y las oportunidades identificadas en sectores como el metalmecánico y el manufacturero con materiales de construcción, dispositivos eléctricos, agroindustria, químicos y ciencias de la vida, sistema moda, e industrias 4.0, que tienen un gran potencial. En esta misma línea debemos capitalizar las posibilidades de atracción de inversión”, dijo Manuel Fernández Ariza, presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla.

Fortalecimiento del empleo

En el año 2023 la tasa de desocupación del departamento llegó al 9,1 %, reduciéndose en 1,6 puntos porcentuales comparada con 2022, desempeño que añadió más de 32 mil nuevos ocupados al mercado laboral.

De acuerdo con Probarranquilla, este escenario es muy positivo ya que desde la pandemia el indicador se había mantenido en dos dígitos, y con esto el Atlántico se ubica como el octavo departamento a nivel nacional con menores niveles de desocupación.

El agro, gran protagonista

Uno de los hechos más significativos de los últimos años es el desarrollo agroindustrial con vocación exportadora, con eje especialmente en el distrito de riego de Repelón, donde se han invertido $62.000 millones, acompañados de créditos a pequeños productores.

“El impacto de ese proceso se ve en las 2.600 hectáreas sembradas de limón, palma y plátano que ya producen $15.000 millones al año y en la posibilidad de duplicar ese número de hectáreas en Repelón. Las proyecciones muestran que una vez estos cultivos de tardío rendimiento alcancen su pico de producción, en el año 5, las ventas llegarán a $90 mil millones anuales por 25 años. Eso es especialmente significativo porque el PIB actual de Repelón es de $46 mil millones, aquí están involucrados pequeños agricultores que tienen en promedio 6,5 hectáreas cada uno, y se generan 2.600 empleos directos e indirectos”, dijo.

De acuerdo con el experto agrícola Indalecio Dangond, el departamento del Atlántico cuenta con tierras que son aptas para el desarrollo de hortalizas, pero afirmó que se debe aprovechar el río Magdalena para lograr un éxito rotundo en el sector agro.

Desde la misma industria

Una de las empresas que le apostó al desarrollo del Atlántico fue Bavaria con la construcción de su campo de producción en Palmar de Varela. De acuerdo con Sergio Rincón, presidente de la compañía, se decidió por este municipio dado que esta zona reúne las condiciones de conectividad que requiere una planta de esta magnitud no solo vial, sino por su cercanía al río Magdalena. “Se espera que la producción atienda al mercado de la Costa Caribe y una parte del interior del país”, socializó Rincón.



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